👕 El Poder de la Confianza: 10 Reglas

¡Hola hola, pequeño saltamontes!

Si este es tu primer CEO en Camiseta, bienvenido. Conversamos sobre el liderazgo, el éxito, el largo plazo, el cambio tecnológico y más, vinculando todo. (perdiendo suscriptores en 3, 2, 1…)

Hoy te voy a convencer de que invertir en construir confianza es una de las claves para nuestro éxito. Sí, claro, te voy a contar cómo hacerlo.

"Mi sono fidato e ho sbagliato. Sono stato tradito nel vero senso della parola.", dijo Luciano Benetton hace unos días.

“Confié y me equivoqué. Fui traicionado en el verdadero sentido de la palabra”.

Ochenta y nueve años y nunca aprendió el superpoder más importante de un líder.

Claro, lo admiramos por lo que creó, gran emprendedor con su familia, disruptivo.

Creció, le fue bien, construyó un imperio.

Como muchos, seguro llegó a un “punto de saturación de agenda”: nuestro día de veinticuatro horas no admite que hagamos más cosas.

Pensá por un minuto en ese inmigrante que fundó una empresa, casi sin darse cuenta.

Creció, creció y creció, siempre trabajando mucho, poniendo un esfuerzo enorme. 

Poniéndole el cuerpo.

Porque siempre lo hizo así, y siempre le dio resultado, hasta que llegó al límite al que podía llegar solo.

Luciano Benetton se dio cuenta de que él y su familia eran el factor limitante, y delegó.

Contrató administradores y puso su tiempo en otras cosas.

Fue más feliz, y pagó por ello. 

Literalmente.

Le pagó a los administradores parte de su ganancia, pero eso le permitió usar su tiempo para las otras dos “D”, Desarrollo y Diversión.

Sin embargo, Luciano delegó mal. Fue traicionado.

“Exacto Leo, las empresas familiares tienen que quedar en la familia siempre”, escucho decir a mis padres y tantos otros empresarios del siglo XX. En “Sé tu propio CEO” hay varios casos tratados en profundidad sobre empresas familiares.

Si hacemos doble click en el affaire Benetton, veremos que la explicación de Luciano es bien concreta:

"Che la fotografia del gruppo che ci ripetevano nei Consigli di amministrazione i vertici manageriali non era reale".

Dice que las personas que él contrató le falseaban la información.

Confió en las personas incorrectas.

“Lo engañaron, Leo”, dice la tribuna.

Sí, puede ser. Pero como siempre, hay al menos dos formas de verlo: ¿lo engañaron o eligió mal?

¿Qué se puede hacer para no equivocarse al contratar, al delegar, al ser contratado o al ser delegado?