👕 La historia de Juan Carlos, a secas

Dí una conferencia para emocionar, y el que se emocionó fui yo.

Qué preferís, ¿trabajar 4 horas por día, 7 días por semana, o 7 horas, 4 días a la semana?

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Hoy tengo un episodio súper especial, con un estilo más parecido a cuando empecé…

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Esta es una historia real.

Miércoles 11 de septiembre, 14hs.

Tenía mi presentación lista.

El pasador de diapositivas (¿diapositivas?) en la mano.

Sesenta gerentes de tienda esperando.

Todos, de una gran cadena de librerías.

“¿Quién ama los libros?”, pregunté, ya conociendo la respuesta.

A punto de pasar la presentación, tuve un flash.

Me acordé de mí, a los 12 años.

Juan Carlos era pelado, con barba.

Un viejo, debo haber pensado. 

Casi siempre sentado cerca del mostrador.

Conversábamos mucho.

No sabía si era el dueño o el gerente, pero estaba siempre en la librería de Santa Fe y Julián Álvarez, en Palermo.

Se llamaba “Voces”.

Cada vez que podía, iba a verlo, a charlar sobre ciencia ficción.

No sé cómo empezó nuestra relación, pero sí recuerdo que recorrimos Bradbury, Heinlein, Asimov, Dick, Le Guin, Tolkien, Clarke y muchos más.

“¿Hay algo nuevo?”, le preguntaba.

La estantería de ciencia ficción estaba al lado de su mostrador, bien cerca suyo.

Yo no lo sabía pero seguramente era su mejor cliente.

Algún febrero recuerdo haber leído un libro por día.

Una visita diaria, en busca de mundos nuevos.

De futuros imposibles.

De utopías que escondían un conflicto, de distopías que eran el conflicto o, simplemente, de historias de detectives en donde la víctima era un robot.

O el asesino.

“Y hoy, cuarenta años después, me dedico a ayudar a otros a pensar en el futuro.

A prepararse.

A entender que, de a poco, esos libros de ciencia ficción hay que pasarlos a la estantería de novelas.

Juan Carlos era librero, como ustedes. 

Cuarenta años después, todavía me acuerdo de él. 

Me ayudó a construir quien soy hoy.

Como están haciendo ustedes, con muchos de sus clientes.

Como otros hicieron con ustedes.

Vean el poder que tenemos cuando conectamos, cuando somos humanos.”

Así terminé de empezar mi charla a los libreros.

“Tengo piel de gallina”, agregué.

Y, la verdad, podría haberla terminado definitivamente ahí, con dos preguntas:

¿Quién influyó tanto en tu presente?

¿En el futuro de quién estás influyendo hoy?

El resto ya no importaba.

Empieza esa hermosa época del año en empresas y el Estado (presupuesto 2025) y publiqué una nota al respecto, con experiencia de primera mano de una herramienta útil pero dura…

También publiqué el sábado una entrevista muy interesante con Juan Pablo Pisano, donde conversamos sobre inversiones, automatización y educación.

Y el episodio del podcast de esta semana es especial… Sobre mi salida definitiva de la corporación:

Relacionado a eso…

¿Estás hace muchos años en el mismo lugar y querés independizarte? ¿Necesitás ayuda?

Spoiler: tal vez la empresa también quiere lo mismo :-(

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Que te hagas una excelente semana,

PD: algunos no saben cómo funciona el programa de referidos, así que dejé unas instrucciones.

¿Cuántas camisetas le das al episodio de hoy?

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